sábado, 14 de julio de 2007

EN MAIPÚ LOS PROFESORES DECIDEN.


Estimados colegas:

El Directorio Comunal del Colegio de Profesores de Chile A.G. Maipú, respecto de la recepción de los famosos Portafolios se hace un deber señalar lo siguiente:
Mantenemos nuestra posición de ¡NO! a esta Evaluación que sólo tiene como objeto mayor flexibilidad e inestabilidad laboral; sin mencionar el estrés que provoca y el estar obligados a hacerlo durante nuestro tiempo de descanso.
Si Ud. se evalúa por primera vez puede resistir negándose a recibirlo, en cuyo caso, por decreto será declarado(a) insuficiente. Al respecto, cualquier conducta de amedrentamiento y/o intimidación por parte del Alcalde, CODEDUC, algún docente directivo sin criterio (los que nunca faltan y que por suerte son los menos) no tiene ningún sentido ni consecuencia mayor, por cuanto basta y sobra “con el castigo de la propia Ley”
Si Ud. es de los que por segunda vez se negara a recibirlo, las penas serán las mismas mencionadas más arriba.
“Si el desempeño en el nivel insatisfactorio se mantiene por tercer año consecutivo de evaluación y cualquiera de ellos se deba a la aplicación de la presunción antes referida, el profesional de la educación dejará de pertenecer a la dotación docente del sector municipal, a más tardar al término del año laboral docente, sin derecho a percibir el bono pro calidad de la dotación docente”. Art. 36 de la Ley 20079 del Reajuste del Sector Público. Es decir, que si por tercera vez Ud. se niega a evaluarse, se arriesga a que lo despidan sin derecho a nada.
Frente a esta amenaza, avalada tanto por nuestras autoridades como por algunos dirigentes (que afortunadamente todos conocemos) es que, este Directorio Comunal comprende y entiende a aquellos que se verán obligados a recibir el portafolio y someterse a esta ley injusta.
Que no canten victoria aquellos que presumirán, con estadísticas en mano, que finalmente los profesores aceptan de buen grado esta evaluación, porque saben que no es así. Aunque les pese, seguiremos resistiendo. Hay mil maneras de hacerlo; para ello contamos con profesores y dirigentes consecuentes que se la juegan. Seremos los llamados a conducir el clamor de los perseguidos, de los que han visto pisoteados sus derechos, los que han sido declarados cesantes y sin un peso en los bolsillos, los que han sido evaluados básicos e insatisfactorios, de los que confiaron sus expectativas a las autoridades de turno y que resultaron un fiasco, en fin, de todos aquellos que por una razón u otra han sufrido toda clase de injusticias.




Julio 12 de 2007